«Cuando Paul Gauguin huyó de Francia en busca de un paraíso terrenal en la Polinesia Francesa, además de los colores deslumbrantes, sin duda debió toparse con esta orquídea y sus largas vainas. Oscuras, untuosas, suavemente perfumadas…» [notas de viaje]
Originaria de América Central, la planta de la Vainilla pertenece a la familia de las orquídeas. En México era un afrodisíaco muy apreciado. En Perú y Ecuador, un bálsamo que las mujeres se aplicaban bajo los brazos. La Vainilla tahitensis es la más valiosa de las muchas variedades de Vainilla que existen.
Cuando decidimos crear una fragancia de Vainilla única y contemporánea, era la elección obligada. También es única desde el punto de vista botánico. De hecho, su fruto madura directamente en la planta, sin ninguna intervención humana, y desarrolla espontáneamente sus notas cálidas, exóticas y dulces.
Además, hemos adoptado un proceso de extracción innovador y moderno, conocido como CO2 supercrítico, que garantiza la máxima pureza y preserva todos los matices aromáticos. Vanille de Tahiti es la poesía del exotismo, es decir, de esa inquietud que nos lleva a soñar con lugares paradisíacos donde vivir felices. Potente y embriagadora, con notas cremosas y sutilmente dulces, se enriquece con toques florales de Ylang-Ylang y Champaca, matices de ámbar y almizcle, y una base amaderada de Sándalo.
NOTAS:
SALIDA: Absoluto de Ylang Ylang , Absoluto de Champaka.
CORAZÓN: Vainilla de Tahiti CO2
BASE: Almizcle, Àmbar, Sandalo
INGREDIENTS: alcohol denat. (alcohol), parfum (fragrance), anise alcohol, benzyl benzoate, benzyl salicylate, eugenol, farnesol, geraniol, linalool.
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