Enrojecimiento
El enrojecimiento de la piel es un fenómeno común que puede afectar a todo tipo de pieles, pero es especialmente frecuente en pieles sensibles, reactivas o propensas a afecciones como la rosácea o la cuperosis. Este enrojecimiento puede ser difuso o localizado (a menudo en las mejillas, la nariz o la barbilla) y puede ser temporal o persistente. A menudo se acompaña de sensaciones de calor, tirantez o molestias.
Las pieles propensas al enrojecimiento requieren cuidados especiales. El uso de productos inadecuados puede agravar la inflamación y debilitar aún más la barrera cutánea. Por eso es fundamental elegir productos para el cuidado de la piel que sean regeneradores celulares, hidratantes, extremadamente suaves y específicamente formulados para pieles sensibles.